entre penumbras
y espejos rotos,
ha declarado su vitalidad
en los rostros ansiosos
y sin nombre
para hacerla posible.
Los ojos cansados reinan
y aquellos espíritus alegres
se han congregado
para celebrar la hazaña
de robarle al mundo
sus hijos más hastiados y desesperados
y transformarlos en
valerosos poetas.
Nos hemos hecho uno
para danzar
en el ritmo de lo grandioso
y sentir lo profundo de la existencia.
Pero ahí estás tú también.
Mirando con aquellos ojos tan sedientos de hallar
por fin,
una divina salida.
Enamorando a lo que se cruza
con aquello que escondes
tras tus pupilas.
Llenando el lugar
con tremenda entereza y
sin miedo
para cruzar la línea de la libertad.
Y sin quererlo
me recuerdas
a los sueños de hace un año
donde así, tan cercana y lejana,
te veía cada noche
en mi ventana, en aquella banca,
en mi sentir.
¿Cómo poder comprender
tamaña belleza
albergada en la separación
entre la vida y tus ojos?
Simplemente entendiendo
que no hay dicha distancia.
Porque la vida se ha
re-unido entre tus ojos.